miércoles, 9 de septiembre de 2009

La Renga

En enero de 1988, cinco chicos de Mataderos festejaban el año nuevo tocando covers de Creedence Clearwater Revival. Pocos meses después, ya bautizados como La Renga, ensayaban intensamente para las presentaciones en los clubes de barrio.

En abril del '94, y sin más difusión que los cassettes piratas repartidos por ellos mismos entre los fans (el más importante de ellos es "Esquivando charcos"), el grupo se presentó en Stadium ante 2500 personas. El fenómeno se repitió al mes siguiente: 3000 espectadores en la 9 de Julio recuerdan a Walter Bulacio (asesinado por la policía en un recital de Los Redondos) para escuchar a La Renga, Los Caballeros de la Quema y Los Piojos. Editaron, entonces, "Adónde me lleva la vida", el álbum debut, que no tuvo demasiada difusión.

Sin gozar de los privilegios de la superexposición en los medios de comunicación y además renuentes a conceder entrevistas, La Renga fue forjando su popularidad a través del boca a boca que propiciaban los asistentes a sus conciertos.

Con el nombre de "Bailando en una pata", La Renga editó un álbum totalmente en vivo, registrado en las presentaciones de Obras a comienzos de 1995 e integrado por temas viejos y otros inéditos. Volvieron a Obras, en noviembre de ese año y enfrentaron una denuncia por apología del delito por su hit "Blues de Bolivia".

En octubre del '97 participaron del show en homenaje a los veinte años de las Madres de Plaza de Mayo, junto a León Gieco, Divididos, Las Pelotas, Los Piojos, Todos Tus Muertos, A.N.I.M.A.L., Attaque '77, Actitud María Marta, entre otros.

En 1999, uno de los hitos más importantes de la banda: convocaron nada menos que 60.000 personas al estadio de Huracán.

Con el paso del tiempo, este grupo consiguió algo fuera de lo común en el negocio discográfico: logró imponerle a la compañía sus propias reglas de juego, elevando el porcentaje de regalías del clásico 3% a alrededor del 20%.

En diversas oportunidades rechazaron propuestas para tocar en recitales gratuitos, organizados por el Gobierno. Y también le dijeron no a sponsors, sobretodo relacionados con las bebidas alcohólicas.

La historia de la banda y, sobretodo, el segundo show de Huracán (mayo del 2001) quedó registrado en la película "Insoportablemente vivo", estrenada en algunos cines no demasiado comerciales del país. El film fue dirigido por Diego Stokelj, también responsable de algunos videoclips. El lanzamiento fue acompañado por un disco doble, con dos temas inéditos ("Oportunidad oportuna" y "Un tiempo fuera de casa").

En noviembre del 2002 lograron el máximo pico en su carrera: se presentaron en River ante más de 70.000 personas. Junto con la entrada al show se vendía un EP con tres temas, llamado "Documento único".

La convocatoria siguió en aumento. "Detonador de sueños" fue editado en el 2003 y presentado en el Chateau Carreras de Córdoba. El 17 de abril de 2004 presentaron el disco otra vez en la cancha de River.

El show del 4 de diciembre de 2004 fue registrado con 16 cámaras y editado en el DVD "En el ojo del Huracán", con las más de dos horas de show, el backstage, el montaje del escenario redondo en el medio de la cancha y un libro de 96 hojas.

"Truenotierra" fue lanzado a fines de 2006 con material totalmente inédito, grabado en los estudios propios y materizado por Alvaro Villagra en Del Abasto. Dividido en dos discos, el primero contiene 12 tracks, entre ellos "Oscuro diamante". La segunda parte contiene cinco temas instrumentales.

Sus Integrantess :

Chizzo (Gustav o Nápoli) cuenta sus primeros pasos en la música: "Nos juntábamos con algunos compañeros de la secundario a tocar todos los fines de semana. Un día, de pasada al colegio, conocí a un grupo de pibes que se juntaba en la esquina de la calle Homero y Garzón a tocar la guitarra, de esos encuentros surgió el primer proyecto que se llamó Origen. Después de esa banda vinieron otros encuentro s con unos amigos de la nocturna donde tocábamos un tipo de música a la que llamamos "Industrial". Unos de esos días, un amigo mío, me alcanzó un demo de rock de un tal Raúl de Mataderos, al toque me lo presentó y armamos Cólera. Pasó el tiempo, ese grupo también se disolvió y luego llegó esa noche de año nuevo donde nos unió con Tete y Tanque..."



Tete (Gabriel Iglesias) recuerda su iniciación como músico: "Tocaba con los pibes del barrio, con mi hermano, por ejemplo, pero nunca habíamos formado una banda así que saliera a tocar en recitales. Yo conocí a Raúl porque vivíamos muy cerca, en una época me distancié de él porque me fuí a tocar con unos muchachos de Parque Patricios, pero después de un par de años me llamó porque necesitaba un bajista y así empecé a juntarme para tocar con él y con Gustavo."

Tanque (Jorge Iglesias) no olvida su transición entre Nepal y lo que sería La Renga: "Les hacía la gamba para que no queden parados sin baterista...también recuerdo que los shows de Nepal eran cada vez más quilombos y encima no aparecía ni una minita (risas), llegué a un punto a partir del cual tenía que tomar una decisión porque ensayaba todos los días con los dos grupos, más el laburo, ya no daba más...El ambiente de Nepal era re heavy comparado con el de La Renga que era re familiar , por suerte me decidí; me costó pasar del heavy a full con el rocanrol, pero después me acostumbré y acá estoy..." Después de más encuentros, zapadas, covers de Creedence, Vox Dei, Manal y otros clásicos, decidieron bautizarse "La Renga" como referencia a que en esa época siempre les faltaba "algo" para encaminarse bien. Iniciaron una serie de presentaciones en el Club Larrazábal y en todo el circuito under de Buenos Aires. Después de grabar "Esquivando Charcos", su primer producción independiente, Locura decidió irse del grupo y el resto comenzó a buscar un reemplazante, al no hallarlo Chizzo quedó como voz y única guitarra. Mientras tanto un saxofonista nómade soplaba vientos efímeros en bandas de punk (Los Parias, Alerta Roja, El Mercader), de cumbia-rock (Los Auténticos decadentes) y de reggae y ska (Los Cafres) volando hasta aterrizar en La Renga.

Chiflo (Gabriel Sánchez ) fue invitado para hacer vibrar los caños en el rock sin descuidar su influencia del jazz. "Yo venía de los Alerta, una banda super-depresiva de punk y ca’ con los Decadentes que era todo una locura de diversión, fue un flash tocar en esa época, por ejemplo, un bolero con la esencia del rock, tenía una onda bárbara. En el 87 comencé a tocar con los Decadentes, durante cuatro años. Un día en la sala uno de los músicos me preguntó si quería tocar unos temas con La Renga, en el 89 y empecé a tocar en un par. Luego dejé de ir a la sala de La Renga hasta que en el 91 Tete me propuso poner unos caños en "Esquivando Charcos", así dejé de ser parte de El Mercader, donde tocaba en este momento, y me quedé sólo con La Renga". Todavía había lugar para un músico más y llegó Manu (Manuel Varela): "Mi relación con la banda surgió a través del Chiflo, quien trabajaba en el banco con mi vieja y ella me contactó con él porque yo quería estudiar saxo, en el 91". Chiflo y Manu tuvieron, por un breve tiempo, una relación de profesor y alumno hasta que Manu inició su propio camino luego de relacionarse con la banda desde que empezó a acompañar a su profesor a los recitales: "El 2 de mayo del 92 me invitaron a tocar en Arpegios, ese fue mi primer recital como invitado, pero recuerdo que en el 91 ya los iba a ver y también estuve plomeando en esas noches porque faltaban plomos. Entre mayo del 92 y fines del 93 segu’ tocando y plomeando a la vez, hasta que empecé a tocar unos temas más y tuve que optar de qué lado me quedaba más tiempo".

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